lunes, 26 de enero de 2009

Las Alucinaciones Mentales de William Blake como Base de su Obra Literaria y Artística: ¿Genialidad O Locura?

Puntualizaciones biográficas sobre William Blake Este poeta, dibujante, pintor y grabador inglés fue considerado por muchos como un prerromántico, que anticipó las teorías de este movimiento cultural en una época en que las tendencias eran clasicistas. De hecho, su posicionamiento fue siempre crítico frente a la razón y la religión.
El 28 de noviembre de 1757 nace William Blake en el Soho de Londres. De niño fue un ávido lector, mostrando un precoz talento para el arte, que su padre continuamente quiso estimular. No acudió a la escuela, sino que recibió clases de su madre Catherine. En este sentido, se puede decir que su principal formación fue autodidacta, de hecho, se han encontrado en los manuscritos originales numerosos errores de ortografía y gramática. A la edad de 10 años, empezó a asistir a la escuela de dibujo de Henry Pars. Una vez finalizados estos estudios, comenzó sus primeras experiencias en el campo del grabado en el estudio de William Ryland y posteriormente en el estudio de James Basire. Al no llevarse bien con sus compañeros, decide pasar unos meses en la abadía de Westminster, copiando y dibujando formas góticas de la arquitectura local.
Más adelante, se matricula en la Royal Academy of Arts, donde su director, Sir Joshua Reynolds, le profesó una auténtica aberración. No obstante, forjaría una sólida amistad con el escultor e ilustrador John Flaxman. También, entre sus pocas amistades se encontraba Henry Fuseli. Estos dos artistas mostraron una notable predilección por los temas de la imaginación en lugar de por el retrato o el paisaje, que por entonces dominaba el arte inglés. Especialmente, este segundo se acercó al arte que realizó Blake, ya que también este se sintió inspirado por el poeta inglés John Milton, realizando unas obras pictóricas marcadas por una visión terrorífica y fantástica.
A la edad de 25 años, comienza a trabajar como grabador, lo que le supone una fuente de ingresos necesarios para subsistir. En 1782, se casa con Catherine Boucher, hija analfabeta de un florista ambulante, instruyéndola en la lectura y la escritura, el arte del grabado y el dominio del color, de esta manera además de ser su compañera sería su más cercano colaborador profesional. A pesar de la diferencia cultural e intelectual entre ambos, su unión duraría hasta la muerte del poeta. Para William Blake, las distintas revoluciones que se producen en su época: la revolución norteamericana de 1775 y la francesa de 1789 son generadas por fuerzas de inspiración, siendo el reflejo de uno de los anhelos del género humano: la libertad y con ella la total liberación del corazón, con la llegada de un nuevo orden basado en la virtud, la paz y la felicidad. Aboga por una libertad caracterizada por el individualismo absoluto y la anarquía moral, aspectos que se acercan también a los planteamientos de Nietzsche.
En 1818, conoce al mecenas, retratista y paisajista John Linnell, que le presentó a un círculo de jóvenes pintores idealistas que habían mitificado su figura y lo consideraban el único practicante de un arte espiritual. Parece que conocedor y consciente de la cercanía de su partida final, los últimos años se dedica con esmero a finalizar dos de sus obras literarias fundamentales de carácter espiritual “Milton” y “Jerusalén”. Igualmente, en 1821, comienza a elaborar dos de sus últimos grandes proyectos: veintidós grabados para ilustrar el “Libro de Job”, publicado en 1826 y unas ilustraciones para la Divina Comedia, de Dante, quedando incompleto al sorprenderle la muerte el 12 de agosto de 1827 tras sufrir de ictericia.
¿Genio o loco?Existen varias versiones sobre el comienzo de sus repetidas y habituales visiones, encontrándose en algunos casos una gran disparidad de relatos respecto a estas experiencias paranormales. Una de sus primeras visiones se produce a la edad de 4 años, cuando Dios se le aparece a su ventana, observando el entierro de un hada cuyo cuerpo se asentaba en el pétalo de una rosa. Nuevamente, cuatro años después, experimenta otra visión, en este caso con el profeta Ezequiel, que aparece en uno de los árboles del jardín familiar. A la edad de 10 años, en el momento de la muerte de su hermano Robert, dijo que había visto con sus propios ojos como “el alma salía del cuerpo y subía hacia el cielo, exultante de alegría”. (Angrill, 2001, p. 4)
Ningún miembro familiar creyó ni quiso asumir las supuestas excentricidades de este imaginativo niño. En cualquier caso, a partir de la adolescencia serán continuos los contactos con ángeles y arcángeles, que se le presentaban de manera amistosa durante los largos paseos que solía dar por la campiña inglesa. Especialmente, prolíficas serán sus apariciones durante los meses que se recluye en la abadía de Wetminster, para copiar y dibujar las diferentes formas góticas existentes en el lugar. Entre estas visiones propias del mediumnismo, se le aparece Cristo y sus discípulos, con ciertos mensajes, que le hacen ser consciente del trabajo futuro que debe realizar. Quizás, sea durante su estancia en Wetminster cuando más se desarrollan su clarividencia y conocimientos de hermetismo. Otro momento muy productivo de experiencias sobrenaturales fue su estancia en Felpham (1800-1803). En definitiva, parece que los periodos que pasa en recogimiento interior y viviendo en el campo son los momentos donde se produce una mayor intensidad de estos fenómenos paranormales.
Fueron muchísimas las experiencias sobrenaturales, según los diversos biógrafos del poeta, con toda una larga serie de personajes históricos que conversaban con el visionario de una manera totalmente amistosa. Estas visiones, contactos o experiencias paranormales fueron aceptadas por el artista con total normalidad y naturalidad. Ante todo parece que William Blake pudo ser un auténtico médium, ya que estos fenómenos paranormales se presentaban como algo cotidiano. Se le podría definir bajo este concepto ya que él mismo se presentaba como un intermediario entre el mundo de los hombres y el mundo de los espíritus, transmitiendo los pensamientos de estos mediante sus poesías y obras artísticas.
Entre sus libros más proféticos, encontramos “Urizen”, “El Libro de Athanía”, “El Libro de Los”, completado posteriormente con el “Canto de Los”, “Vala o los Cuatro Zoas” y “Milton”. Entre estos, quizás sea “Vala o los Cuatro Zoas” el que mantiene un aire más dramático. La obra se concibe durante su estancia en Felpham, pero nunca llegó a ser grabada, perdiéndose posteriormente el manuscrito durante largo tiempo. El libro mantiene una clara influencia de la filosofía oriental, de hecho, Vala es sinónimo de Naturaleza y por lo tanto de todo tipo de engaño e ilusiones1. El libro versa sobre el destino del hombre, que debe salir de este espejismo, alejándose de una angustia continua que le hace encarnar en distintos estados, que lógicamente serán los cuatro Zoas, a los que hace referencia el título, para encontrar finalmente su verdadera unidad interior.
Con motivo de este tipo de experiencias místicas o simples alucinaciones mentales, le apodaron Bad Blake (el loco Blake), ya que nunca ocultó su facultad paranormal de conversar con los espíritus, especialmente con los de Voltaire y Milton. Para muchos, más que visiones místicas sufría de una galopante esquizofrenia. En cualquier caso, todas estas experiencias generan una obra tanto poética como pictórica de carácter indudablemente místico. Sus trabajos se apoyan en revelaciones concretas, que parecían ser claramente vividas por el artista. William Blake siempre mantuvo la tangibilidad de sus alucinaciones, asignando la misma fe a sus visiones que el hombre común puede darle a lo que tiene ante los ojos.
Sus fuentes principales residen en la lectura de Shakespeare, Dante y el poeta inglés John Milton. Especialmente, a este último lo admiró por su libertad imaginativa, aunque no compartió su actitud puritana y moralista. Le dedicaría la colección de poemas titulado “Milton”, además de realizar numerosas obras inspiradas en sus trabajos. Pero, también sintió una notable atracción por otros herejes de su tiempo como Jacob Boehme, Emmanuel Swedenborg y sobre todo Paracelso; y movimientos como el agnosticismo, la alquimia, la cábala hebraica y la astrología, en definitiva, movimientos y personajes que estuvieran influenciados por la imaginación (entendida como visión espiritual).
De este primero, el interesó su capacidad mística e intuitiva, así como sus alucinaciones y visiones; igualmente de Swedenborg además de atraerle su capacidad científica, filosófica y místico-vidente, le interesó su doctrina espiritual basada en la manifestación de Dios en su persona y en su supuesta capacidad de comunicarse con los espíritus y los ángeles2. De Paracelso, extrae la doctrina de la existencia de los dos cuerpos en toda cosa creada: el visible y el invisible, que se verá planteada en la publicación “Matrimonio del Cielo y del Infierno”; igualmente, tuvo en cuenta los planteamientos de Paracelso sobre la imaginación como medio para lograr las metas.
Mantuvo un pensamiento notablemente peculiar, ya que defendió el placer del sexo ante una sociedad claramente marcada por la hipocresía del puritanismo y la represión sexual. No obstante, esta alegato de tipo más carnal no fue un elemento antagónico con su defensa a ultranza de la religión, como pilar vital y esencial en el sentido de su vida. De hecho, se trataba de una visión religiosa profundamente individual, bajo interpretaciones muy personales, donde las figuras de Satanás y Jesús eran las principales en esta nueva visión religiosa.
La Biblia fue una fuente inagotable de mensajes y conocimientos ocultos que simplemente había que interpretar y saber leer, para ello no se podía hacer una lectura ortodoxa del texto sagrado, sino que debía ser interpretado lejos de cualquier imposición eclesiástica, de ahí su condena a todas las religiones autoritarias. Su visión de la religión no sólo se basaba en la lectura de la Biblia, sino también en el cultivo de la imaginación como herramienta para la percepción espiritual.
William Blake rompe todos los cánones y convencionalismos de la época, intentando hacer trizas los planteamientos religiosos de la Iglesia Anglicana, así como las posturas políticas más conservadoras. El objetivo de todo cambio político y religiosos consiste en la búsqueda de un nuevo mundo basado en la felicidad universal, cósmica y mística. De hecho, participó en un círculo de políticos radicales, entre los que figuraban William Godwin, Tom Paine y la primera escritora feminista Mary Wollstonecraft.
Su obra literaria no fue entendida y desde luego menos sus grabados, lienzos y dibujos, relacionados con las visiones, según unos, y con alucinaciones y degeneraciones mentales de un auténtico loco, según otros, de ahí, que las diferentes exposiciones que realizó fueran un fracaso cantado.
Evidentemente, este tipo de posicionamientos visionarios y religiosos se mantenían totalmente alejados de la visión racionalista del momento, marcada por Locke, Newton y Bacon, siendo considerados por este como la falsa trinidad del racionalismo inglés y los detractores del alma. Para Bad Blake, todo lo racional y empirista era enemigo de la auténtica verdad mística, ya que lo racional limitaba la capacidad perceptiva y creativa del género humano en su acercamiento a otras verdades ocultas, de ahí, su defensa acérrima de la imaginación y alejamiento de todo modelo racional y sensitivo.
Aspectos poéticos y artísticosSu época vio en él a un pintor neomanierista más bien torpe y a un poeta neogótico no mucho más diestro, ya que su métrica resultaba incorrecta y en sus frases abundaban las reiteraciones. No obstante, su obra sería valorada en pleno siglo XX, exactamente con motivo del centenario de su muerte, en 1927.
Anteriormente, ya en 1847 el poeta y pintor Dante Gabriel Rossetti, siendo adolescente, tuvo un notable interés por la figura de este visionario, adquiriendo un libro de esbozos del artista, del que intentó corregir parte de los errores gramaticales y ortográficos existentes en el texto. Más adelante, el texto sería prestado a Alexander Gilchrist, ya que estaba trabajando en una voluminosa biografía sobre el artista, que sería publicada en 1863 con el título de “Vida de William Blake”. En 1868, el poeta y crítico Algernon Charles Swinburne publicó un extenso ensayo sobre su figura. Posteriormente, otros grandes poetas también se ocuparían de su obra y figura, caso de W.B.Yeats, contribuyendo a preparar una edición de sus poesías, publicada en 1893 y T.S.Eliot, que le dedicó un ensayo en 1920.
Quizás, el referente más cercano lo tengamos cuando Jim Morrison, entusiasta lector del poeta místico y líder carismático de “The Doors”, extrajo el nombre de la formación musical de uno de sus versos: "If the doors of perception were cleansed, every thing would appear to man as it is, infinite"
La exposición más amplia y extensa que se ha realizado de su obra ha sido gestionada por la Tate Gallery de Londres, en 1978, con motivo del 150 aniversario de su muerte, una muestra que estuvo integrada por más de trescientas obras entre las que se incluían pinturas, grabados, xilografías, libros miniados, etc. Desde mediados del siglo XX, se ha preferido imprimir los poemas tal y como se escribieron, con todos los diferentes errores, por ejemplo, respetando el libre uso que hace de las mayúsculas como medio para enfatizar una sentencia o cuando las omitía después de un punto. Numerosos recopiladores de su obra, como David V. Erdman, Morton D. Paley y Alicia Ostriker así lo han exigido. Simplemente, “Esbozos Poéticos” es la única colección de poemas que ha llegado a nuestros días de manera corregida por la labor de Flaxman y Matthew, amigos y protectores del poeta, que introdujeron puntos y comas donde lo creyeron acertado dentro de la edición original. En la actualidad, se le considera un poeta moderno en todos los sentidos de la palabra,
porque es uno de los precursores de la moderna anarquía. Individualista y narciso, no podía sino suscitar adhesiones en época como la nuestra, tan afecta a dinamitar jerarquías para interesarse sobre todo en la aventura personal, así la misma poco muestre de admirable en términos convencionales. En Blake se ha visto –con razón, que duda cabe- una oportunidad para cargarse a los formalistas y un argumento fuerte a favor de una creación artística que en la espontaneidad y el ultraísmo encuentra buena parte de su justificación. (Mañe, 1992, p. 13)
Su estilo se considera confuso, extraño e incongruente en muchas ocasiones, donde los tonos saltan de manera inarmónica y desmesurada. Se supone que sus poesías mantienen mensajes subliminales, es decir, que requieren de una lectura entre líneas, donde las contradicciones son claves que se deben interpretar. Este estilo más toda la serie de visiones reales que él defendía experimentar le generaron una indudable fama de loco, aunque nunca se probó médicamente que lo estuviera. Muchas de estas visiones, donde se solían aparecer todo tipo de ángeles, arcángeles, apóstoles, profetas y su estimado colega Milton se traspasaron a sus grabados y poemas. De hecho, según el propio Blake, el resultado de estas obras era motivado por los diferentes mensajes que se le daban en estas apariciones.
Igualmente, en sus cuadros y grabados aparecen numerosas figuras de inspiración cristiana, pero extraídos de sus visiones personales y totalmente alejadas de la habitual iconografía tradicional, ya que el artista consideraba que arte, religión e imaginación eran inseparables. Igualmente, muchas de las escenas giraban en torno a leyendas, mitos de la Antigüedad y otras fuentes de naturaleza moral. El significado de sus escenas es observado como hermético, oculto y muy difícil de descifrar.
Toda la poesía romántica se basa en el poder de la imaginación, aspecto fundamental para entender la obra de William Blake. La teoría neoclásica de la poesía se fundamenta en un tratamiento refinado de la antigua teoría mimética, en donde la poesía se presta como una imitación de las acciones humanas. A diferencia de esto, la poesía romántica aflora en derroche de fantasía e imaginación. La poesía de Blake gira en torno a la violencia fanática libertaria y sensual del romántico y la más profunda mística del amor. Por otra parte, sus poemas y grabados intentan romper la apariencia engañosa del mundo con el objetivo de lograr la auténtica verdad.
El primer libro ilustrado de Blake sería “Esbozos poéticos”. Posteriormente, con la aplicación de una técnica que inventa denominada “estampa miniada”3, aparece la colección de poemas “Cantos de inocencia”, de 1789, que sumados a los “Cantos de experiencia”, formarán el conocido “Cantos de inocencia y experiencia”, de 1794. El primero son meditaciones sobre la infancia, mientras que la segunda parte se refieren a la inocencia perdida de la edad adulta. Entre estas dos colecciones de poemas, se encuentra la más importante de las obras de prosa titulada “Matrimonio del Cielo y el Infierno”, publicado en 1793 como libro miniado, donde se expresa la rebeldía ante los convencionalismos y los diferentes valores impuestos de su época, entre otros temas. En 1804, comienza a trabajar con el proyecto de poesía “Milton”, donde se introducen los famosos versos conocidos como “Jerusalén”, abordando el tema de la caída de la humanidad y su posterior regeneración.
El tema de la locura aparece ya en un temprano texto “Canción loca” dentro de sus “Esbozos Poéticos”. Igualmente, en el libro de “Urizen”, Blake aporta un análisis sobre la demencia durante el siglo XVIII.
Su visión de Dios plasmada en la poesía generó críticas y denuncias religiosas, por ejemplo en “Songs of Experience”, Dios es asumido como un tirano vengador que hace reinar el mal. En general, la creación fue interpretada por Bad Blake como una obra nefasta de un dios caído. Para numerosos expertos, este tipo de propuestas religiosas parecían estar extraídas de los antiguos textos griegos, donde la mitología anunciaba en muchas ocasiones este tipo de pasajes. Tanto los poemas como las escenas artísticas giran repetidamente en torno a una misma idea: la narración de la creación, caída y regeneración del ser humano.
Algunos de los pensamientos claves de Blake se observan en “Proverbs of Hell”, como por ejemplo: “Las cadenas que llevamos todos han sido forjadas por nuestro espíritu.” “La satisfacción del deseo, engendra las frutas de la vida y de la belleza.” “La Biblia tiene una interpretación diabólica que el mundo conocerá si se porta bien.” “Todo lo que existe es Santo. Todos los deseos, todas las pasiones, todos los placeres son sagrados.” “La inspiración profética o la imaginación arrancan a la Humanidad de la muerte y de la perdición.”
Respecto al apartado artístico, tuvo una gran predilección por las formas góticas; la fuerza plástica de Miguel Angel, caracterizada por la extrema limpieza de su trazo y la fuerza expresiva; y el encendido esplendor de los colores, que reflejaban la intensidad de sus visiones. Ante todo, rechazó las escenas difuminadas y borrosas que caracterizaban la obra de Sir Joshua Reynolds.
Especialmente, le interesó el grabado, lo que no obstaculiza su proceso experimental con otras técnicas, como la acuarela para realizar esbozos y paisajes. Igualmente, le atrajo la pintura al temple sobre tela y cobre, de uso corriente en lienzos y paneles renacentistas, antes del advenimiento de la pintura al óleo. No obstante, sus obras maestras se observan con la estampa de color, siendo denominado como monotipo4.
Notas:
1 El nombre de Vala mantiene un cierto parecido con el concepto sánscrito “Maya”, procedente del hinduismo, que también se traduce como ilusión y engaño, es decir, la existencia fenoménica. El término aparece frecuentemente en los Upanishads (tratados sagrados hinduistas), entendido como una fuerza proyectada de si misma en forma de universo material y de todo lo que este contiene.2 A raíz de las teorías de este visionario sueco, se crea la Nueva Iglesia de Jerusalén, por el impresor londinense Robert Hindmarsch y el pastor anglicano John Cloves en 1788. Esta rama cristiana se inspira en las obras místicas de Swedenborg y su características más sobresaliente es la afirmación de un mundo espiritual que penetra en la materia. 3 La técnica se basa en grabar en la misma plancha el texto y las ilustraciones. En esencia, era una variante del aguafuerte, pero mientras que en esta técnica la estampación se realiza gracias al ácido que graba una plancha metálica, en la de Blake se invertía el procedimiento y se empleaba el ácido para grabar las partes vacías y dejar el dibujo en relieve. Posteriormente, las páginas eran retocadas a mano, con pincel y acuarela, por lo que cada copia podía tener algunas diferencias con el resto.4 La técnica se basa en pintar una imagen sobre una superficie rígida y plana (Blake utilizaba la cartulina, pero otros artistas empleaban el vidrio o metal) e imprimirla sobre una hoja de papel ejerciendo presión con la mano. A la imagen resultante se le dan más tarde los últimos retoques a mano con pincel o lápiz. Teóricamente, de cada dibujo sólo se podía realizar una estampa, de ahí el concepto de monotipo, pero en la práctica se podían obtener algunos más.

Fuente: http://www.razonypalabra.org.mx/anteriores/n40/isarri.html

Obras

Libros iluminados:
1788: "All Religions are One".
"There is No Natural Religion".
1789: "Songs of Innocence" ("Cantares de inocencia").
"The Book of Thel".
1790–1793: "The Marriage of Heaven and Hell" ("El matrimonio del cielo y el infierno").
1793: "Visions of the Daughters of Albion" ("Las visiones de las hijas de Albión").
"America: a Prophecy" ("América: una profecía").
1794: "Europe: a Prophecy" ("Europa: una profecía").
"The First Book of Urizen" ("El libro de Urizén").
"Songs of Experience" ("Canciones de experiencia").
1795: "The Book of Los".
"The Song of Los".
"The Book of Ahania".
h.1804–h.1811: "Milton: a Poem" ("Milton: un poema").
1804–1820: "Jerusalem: The Emanation of The Giant Albion" ("Jerusalén").

Ilustrados por Blake:
1788: Mary Wollstonecraft, Original Stories from Real Life.
1797: Edward Young, Night Thoughts.
1805–1808: Robert Blair, The Grave. Estas estampas fueron grabadas por Louis Schiavonetti a partir de los originales de William Blake y fueron reestampados para el libro Meditaciones Poéticas de José Joaquín de Mora, a quien le sirvieron de inspiración para la creación de doce poemas propios.
1808: John Milton, Paraíso perdido.
1819–1820: John Varley, Visionary Heads.
1821: R.J. Thornton, Virgil.
1823–1826: El libro de Job.
1825–1827: Dante, La Divina Comedia (inacabado).

Otras obras:
Never seek to tell thy love
Tiriel (h. 1789)
Algunos Poemas:




miércoles, 21 de enero de 2009

Biografia


Blake nació en el 28 de Broad Street, Golden Square, Londres, en una familia de clase media nueva, en el año 1757. Su padre era calcetero. Se cree que pertenecieron a una secta religiosa radical denominada Dissenters. La madre de Blake, Catherine Wright, y su primer marido habían pertenecido a la Iglesia de Moravia, y algunos críticos advierten ciertos ecos moravianos en la poesía de Blake. La Biblia fue una influencia temprana y profunda en Blake, y seguiría siendo una fuente de inspiración crucial durante toda su vida.
Desde una edad temprana Blake tuvo visiones, la más precoz fue cuando, en Peckham Rye, teniendo alrededor de nueve años vio un árbol lleno de ángeles «adornando con destellos, como estrellas, cada rama». De acuerdo con el biógrafo victoriano de Blake, Alexander Gilchrist, después de tener la visión regresó a su casa y lo comentó, escapando de una paliza de su padre por la intervención de su madre. Aunque todas las evidencias sugieren que los padres apoyaban a Blake y eran de tendencia muy liberal, su madre parece que fue especialmente defensora; varios dibujos y poemas primerizos de Blake decoraban las paredes de su habitación.
En otra ocasión, Blake observó a los segadores trabajando, y vio «figuras angelicales caminando entre ellos». Es posible que otras visiones ocurrieran antes de estos incidentes: más adelante en su vida, la esposa de Blake, Catherine, le recordaría la vez que vio la cabeza de Dios «colocada en la ventana». La visión, recordaba Catherine a su marido, le dejó gritando.[3]
Blake comenzó a grabar copias de dibujos de antigüedades griegas, llegando su padre a comprarle algunas (una indicación más del apoyo que sus padres le dieron), una práctica que le era preferida al dibujo propio. A partir de estos dibujos, Blake encontró su primera exposición a las formas clásicas, a través del trabajo de Rafael, Miguel Ángel o Alberto Durero, artistas que no gozaban entonces de igual reconocimiento, pero que Blake creía superiores a aquellos de las escuelas flamencas y venecianas. La influencia de estas obras clásicas en sus pinturas puede apreciarse en su obra posterior.
Sus padres conocían su temperamento testarudo y no le enviaron a la escuela sino que le permitieron acceder a la escuela de dibujo de Henry Pars, donde aprendió los fundamentos de este arte.Leía ávidamente los temas que él mismo elegía. Durante este período, Blake también hacía exploraciones en la poesía; sus primeros trabajos mostraban el conocimiento de Ben Jonson y Edmund Spenser.


El 4 de agosto de 1772, a la edad de catorce años, Blake comenzó sus siete años de aprendizaje con James Basire, grabador de la Society of Antiquaries y de la Royal Society, en el 31 de Great Queen Street. El estilo de Basire, que muchos consideraban anticuado, encajaba más con el estilo personal de Blake; sin embargo, la instrucción en esta forma anticuada pudo haber tenido después un efecto perjudicial en sus intentos por adquirir trabajo o reconocimiento al final de su vida.
Durante este tiempo Blake aprendió la complicada técnica de los grabados tal como se hacían en la Inglaterra de finales del siglo XVIII. Se cree que algunas de las ilustraciones de Blake durante esta época pudieron ser las de A New System, or an Analysis of Ancient Mythology de Jacob Bryant, y Sepulchral Monuments in Great Britain de Richard Gough. Sin embargo muchos de los trabajos que llevaban a cabo los aprendices en aquella época eran firmados por el maestro, de modo que no podemos saberlo con seguridad.
Basire era, al parecer, un buen profesor para Blake: no hay registros de ningún desacuerdo serio entre los dos durante el período de aprendizaje de Blake. Sin embargo, más adelante, Blake agregaría el nombre de Basire a su lista de adversarios artísticos, para tacharlo después.[5] Durante su aprendizaje, Basire le envió a realizar copias de iglesias góticas de Londres, y especialmente para copiar los grabados de las tumbas de los reyes y reinas en la Abadía de Westminster (posiblemente para terminar con una pelea Blake y James Parker, otro de los aprendices). Las primeras obras que pueden atribuirse con toda seguridad a Blake muestran su interés por la historia y la leyenda británica, más tarde unificaría estas obras en Joseph of Arimathea among the Rocks of Albion.
La abadía de Westminster tenía a finales del XVIII un aspecto completamente distinto al actual, estaba adornada con armaduras, efigies funerales pintadas y trabajos de cera multicolor. Fueron particularmente las experiencias de Blake en la abadía las que comenzaron a formar en el artista los fundamentos de sus ideas y su estilo artísticos. Blake empleó muchas tardes realizando bosquejos de la catedral, durante las cuales era en ocasiones interrumpido por alumnos de la escuela de Westminster. En una ocasión un estudiante molestó tanto a Blake que éste le golpeó haciéndole caer contra un andamio en el suelo, «sobre el cuál cayó con gran violencia». En la abadía, Blake tuvo otras visiones de una gran procesión de monjes y sacerdotes, que caminaban bajo el sonido de «un canto litúrgico y una coral».


En 1779, a los 21 años, Blake pasó a ser estudiante de la Royal Academy Somerset House. A pesar de que su educación allí no requería ningún pago por su parte, tuvo que conseguir sus propios materiales de trabajo durante los seis años de aprendizaje. Allí se rebeló contra lo que consideraba como el estilo inacabado de pintores de moda como Rubens, defendido por Joshua Reynolds, primer presidente de la escuela. Con el tiempo, Blake empezó a detestar la actitud de Reynolds sobre el arte, especialmente su búsqueda de la «verdad y la «belleza general». Reynolds en sus Discourses sostenía que «la tendencia a la abstracción era la mayor gloria de la mente humana». Blake, en un escrito privado respondió que «generalizar es ser un idiota, particularizar es la única distinción del mérito». Sentía Blake aversión también por la aparente humildad de Reynolds, que veía como una forma de hipocresía. En lo artístico, Blake prefería la exactitud clásica de sus primeras influencias, Miguel Ángel y Rafael a los óleos de Reynolds, que eran más «a la moda».
En junio de 1780, mientras caminaba hacia la tienda de Basire, Blake fue arrastrado por una multitud violenta que asaltaba la prisión de Newgate de Londres. La muchedumbre llevaba escarapelas (cintas) en sus gorros, como símbolo solidario a la insurrección de las colonias norteamericanas. Atacaron a los guardias de la prisión con palas y picos, antes de prender fuego al edificio. Los amotinados escalaron hasta el tejado y lo demolieron, liberando a los prisioneros. Blake se encontraba en la primera fila de la multitud durante el ataque. Muchos biógrafos creen que acompañó a la multitud por impulso.
Estos disturbios eran la respuesta a un proyecto de ley del parlamento que revocaba las sanciones contra los católicos. Se les ha venido a denominar los tumultos de Gordon debido a Lord George Gordon (cuya asociación protestante incitó a las revueltas) y provocaron una ráfaga de legislaciones por parte del gobierno de Jorge III, así como la creación de la primera fuerza policial británica.

En 1782 Blake conoció a John Flaxman, que llegaría a ser su patrón, y a la que sería su esposa Catherine Boucher. En ese tiempo, Blake había sido rechazado al pedir matrimonio a otra mujer. Tras contarle a Catherine y su familia la historia, y ante la compasión mostrada por ésta, Blake afirmó amarla. Se casaron el 18 de agosto de 1782 en la iglesia de St. Mary, Battersea. Catherine era por entonces analfabeta, y firmó con una x su contrato marital. Más adelante Blake le enseñaría a leer y escribir así como a realizar grabados. Durante su vida, Catherine fue una inestimable ayuda para Blake, ayudando a imprimir sus trabajos iluminados y manteniendo su alegría estable tras numerosas desgracias. Su matrimonio, aunque sin hijos, continuó fiel y afectuoso durante el resto de la vida de Blake.
George Cumberland, uno de los fundadores de la National Gallery, llegó a ser un admirador del trabajo Blake. La primera colección de poemas de Blake, Poetical Sketches, fue publicada durante 1783. Después de la muerte de su padre, William y su hermano Robert abrieron una imprenta (1784) y comenzaron a trabajar con el editor radical Joseph Johnson. En la casa de Jonhson, Blake conocería algunos de los principales intelectuales disidentes de su época de Inglaterra, incluyendo al científico Joseph Priestley, el filósofo Richard Price, el pintor y futura amistad suya John Henry Fuseli, la escritora y feminista Mary Wollstonecraft y el revolucionario americano Thomas Paine. Blake, al igual que William Wordsworth o William Godwin, tenía puestas grandes esperanzas en las revoluciones francesa y americana; de hecho, acostumbraba a llevar una gorra roja como señal de solidaridad con los revolucionarios franceses. Sin embargo, sus esperanzas se vieron truncadas con Maximilien Robespierre y el Reinado del Terror durante la Revolución francesa.


Mary Wollstonecraft llegó a ser una amistad íntima, y Blake ilustró su Original Stories from Real Life (1788). Al parecer, compartían visiones similares sobre la igualdad de sexos y la institución del matrimonio. En Visions of the Daughters of Albion de 1793 Blake condenó la absurda crueldad de la castidad y el matrimonio sin amor y defendió el derecho de la mujer a su completa autorrealización.
En 1788, Blake comenzó a experimentar la técnica del aguafuerte, método usado para ilustrar la mayoría de sus libros de poemas. Este proceso es también denominado como impresión iluminada y lo que produce, libros iluminados o impresiones iluminadas. La impresión iluminada implicaba escribir el texto de los poemas en planchas de cobre con plumas y cepillos, usando un medio resistente al ácido. Las ilustraciones podían aparecer junto al texto de igual modo que los manuscritos iluminados medievales. Luego bañaba las placas en ácido para disolver el cobre no tratado y dejar únicamente el diseño. Las páginas impresas con estas placas tenían que ser recoloreadas a mano con pinturas al agua y después se cosían para formar un volumen. Blake utilizó esta técnica en cuatro de sus trabajos: Canciones de inocencia y de experiencia, The Book of Thel, El matrimonio del cielo y el infierno y Jerusalem.

Aunque el matrimonio entre Blake y Catherine fue feliz y devoto hasta el final de su vida, hubo problemas iniciales como el analfabetismo de Catherine y el fracaso de la pareja en tener hijos. En un punto, de acuerdo con las creencias de la Swedenborgian Society, Blake sugirió traer a una concubina; a Catherine le apenó la idea, y Blake la desechó.
Más adelante, Blake vendió una gran cantidad de trabajos, en especial sus ilustraciones de la Biblia, a Thomas Butts. Cerca de 1800, Blake se trasladó a una casa de campo en Felpham (actual West Sussex), para llevar a cabo el trabajo de ilustrar las obras de William Hayley, un poeta mediocre. En este lugar Blake escribió Milton: a Poem, que sería publicado entre 1805 y 1808.
Blake aborrecía la esclavitud y creía en la igualdad sexual y racial. Varios de sus poemas y pinturas expresan una noción de humanidad universal. Conservó un interés activo en los acontecimientos sociales y políticos durante toda su vida, aunque a menudo se vio forzado a disimular el idealismo social y transformar las declaraciones políticas en alegorías místicas protestantes. Blake rechazó toda forma de autoridad impuesta: de hecho, fue acusado por asalto y por pronunciar expresiones sediciosas y de traición contra el Rey en 1803 pero fue absuelto de estos cargos en las sesiones de Chichester.
Las opiniones de Blake sobre la opresión y la restricción de libertades se extendían a la Iglesia. Blake se consideraba un seguidor de la filosofía unitaria, y también manifestó ser Chosen Chief de la Ancient Druid Order desde 1799 a 1827. Sus creencias espirituales se evidencian en los poemas de Canciones de experiencia (de 1794), en los que Blake muestra su distinción entre el Dios del Antiguo Testamento, cuyas restricciones rechazaba, y el del Nuevo Testamento (Jesucristo), que veía como influencia positiva.


Blake regresó a Londres en 1802 y comenzó a escribir e ilustrar Jerusalem (1804 a 1820). Fue presentado por George Cumberland a un joven artista, John Linnell. A través de Linnell, Blake conoció a Samuel Palmer, que pertenecía a un grupo de artistas que se denominaban los «Antiguos de Shoreham» (Shoreham Ancients). Este grupo compartía con Blake el rechazo a las tendencias modernas y su creencia en una nueva era espiritual y artística. A la edad de 65, Blake comenzó a trabajar en las ilustraciones para el Libro de Job. Estos trabajos fueron posteriormente admirados por John Ruskin, que comparaba favorablemente a Blake con Rembrandt.
William Blake murió en 1827 y fue enterrado en una tumba sin nombrar, en Bunhill Fields, Londres. Un monumento fue erigido para él y su esposa. Su vida se podría resumir en su declaración: «La imaginación no es un estado: es la existencia humana en sí misma». Blake ha sido reconocido como santo por la Ecclesia Gnostica Catholica. El premio Blake para arte religioso fue establecido en Australia en 1949, en su honor.